Cómo medir la felicidad (y otras reflexiones sobre este concepto)


 

CÓMO MEDIR LA FELICIDAD Por Manuel Barreto


Incluye “Definiciones (¿Qué es la felicidad?)”, “Parámetros, funcionamiento y explicaciones varias sobre la prueba”, “Prueba tipo test para contabilizar qué tan feliz se fue en un día en específico” y “Usos posibles de la prueba en la vida cotidiana”.


I. Introducción


    Una de las mayores incógnitas para los filósofos siempre fue el por qué de nuestra existencia. Cuál es nuestro fin en este mundo, si existe un destino o un camino trazado para nosotros, o la que más se adecúa a lo que quiero plantear: cuál es el objetivo de nuestra vida.

    Podríamos tratar de responder esta pregunta con el objeto de buscar un sentido a la existencia humana en general o saber si existe un ser símil a un dios que nos dé un sentido, pero en este caso quiero que piensen en una respuesta a esta última pregunta desde el enfoque práctico. Me quiero dirigir al momento en el que buscamos respuestas desde un sentido más individual y cercano para las personas, como al momento de tomar decisiones poco claras o cuando no encontramos un sendero que recorrer para alcanzar en la carrera de la vida al tiempo que no se detiene a esperarnos. Es poco probable que tengamos un objetivo en el mundo, pero creo (y la mayoría estará de acuerdo) en que si queremos o buscamos algo en nuestra vida es ser felices.


II. Definiciones (¿Qué es la felicidad?)


    Ahora, la felicidad es un concepto muy abstracto y personal. Una persona puede ser feliz con el simple hecho de tener un plato de comida en la mesa, mientras que otra más acomodada económicamente puede ser infeliz por la falta de amor propio, por ejemplo. Hay una definición que universaliza la felicidad tratándola como la relación entre lo que esperamos que pase y lo que pasa realmente.

    En este punto quiero introducir un concepto que creo muy ligado a la felicidad, y es la sensación de conformidad, o en su defecto la de inconformidad, que estaría ligada a la falta de felicidad. A esta falta de felicidad mucha gente le llama tristeza, que considero que no es un contrario adecuado para la palabra que buscamos definir.

    La tristeza es un sentimiento o una emoción, por ende un estado temporal de corto plazo de una persona que generalmente está relacionado o es consecuencia de un hecho en particular. La felicidad, en cambio, es un estado general (que es consecuencia de la totalidad de experiencias y emociones vividas) y se puede medirla sin un plazo definido. Uno puede considerar que fue feliz en un compendio general toda la semana, pero no puede decir que estuvo triste toda la semana ya que las emociones son constantemente reemplazadas por otras. Para está definición que yo propongo, un digno contrario de tristeza podría ser alegría.

    Aclarados estos puntos, propongo que definamos la felicidad como un estado general de conformidad y armonía, que es individual, que puede medirse sin un plazo mínimo o máximo de tiempo y que es un compendio de emociones, sentimientos y otras percepciones subjetivas de la realidad.


III. Parámetros, funcionamiento y explicaciones varias sobre la prueba


    Ahora una de las preguntas que podría hacerse el lector sería: si la felicidad es un concepto individual, ¿Cómo hacemos que una misma prueba sirva para todas las personas?

    La solución que planteo es la siguiente:

    Cualquier forma de medir la felicidad que se base en la realidad tangible es, según nuestra definición, errada, ya que estaríamos eliminando la individualidad y basándonos en que todas las personas del mundo basamos nuestra felicidad en las mismas cosas y que todos somos felices o infelices en los mismos contextos, cuando bien sabemos que no existe un parámetro común ni unos “requisitos” universales. Por eso, en este test vamos a medir la felicidad según la percepción y valoración de la realidad que haga el sujeto en cuestión. En el test esta valoración tiene dos resultados: conformidad y inconformidad.

    Ahora bien, las personas no somos un dilema, o un camino que se divide en dos, y no podemos valorar a un concepto tan complejo, propio de cada uno y abstracto como la felicidad solo con una opción positiva y una negativa. Por eso consideré dividir esa valoración en diez campos diferentes de la vida cotidiana de todo individuo, diez campos que considero universales, ya que la felicidad de todos suele estar ligada a estos. Pero en este momento usted podría preguntarse: eligiendo yo según mi criterio propio los campos (más allá de que intenté considerar la opinión o experiencia de todas las personas, no deja de ser un criterio propio), ¿no estoy limitando la felicidad a la que puede llegar un individuo al que no le interesa o no basa su felicidad en uno de los campos que yo consideré? La respuesta es que es poco probable, pero es posible. Pero eso se evita con los conceptos de conformidad, que no regula una existencia o cantidad. Por ejemplo, si una persona muy solitaria no tiene o tiene apenas vida social, pero está conforme con ello, eso no va a afectar negativamente a su cantidad de felicidad según el test. Además, estos campos están acompañados de una definición y algunos ejemplos para orientar al usuario que quiera realizar el test que sepa con certeza hacia dónde apuntan. Más allá de estás definiciones para guiarlo, usted puede considerar sus criterios subjetivos para saber en que lugar ubicar las emociones negativas ya que mis definiciones no ejemplifican todas las situaciones que pueden vivir las personas.

    Por otro lado tenemos el “inconveniente” de que la felicidad no tiene un plazo mínimo o máximo para medirla. Podemos decir que alguien tuvo una vida feliz, que alguien tuvo un año feliz o que un día en sí fue feliz para una persona. O un individuo podría declarar que el momento que acaba de vivir fue el más feliz de su vida. Por eso decidí establecer como compendio para el test que el tiempo que analice este último sea un día en específico. Con esta decisión le otorgamos al usuario el tiempo suficiente para poder tener momentos de conformidad e inconformidad, y vivir muchas emociones en diferentes momentos de su rutina. A la vez, el tiempo es lo suficientemente corto para que una persona pueda recordar o anotar las valoraciones que hace y para que pueda crear una estadística que analizar a partir de ellas.

    Con estas definiciones y explicaciones creo que ya estamos preparados para entender y realizar la prueba. Cabe destacar antes que considero que lo mejor es que se anote durante el día para no olvidar o cambiar la percepción razonando las emociones vividas.


IV. Prueba tipo test para contabilizar qué tan feliz se fue en un día en específico


    Se comienza desde 10 y se resta si en algún momento del día la persona se sintió identificada con alguno de los siguientes puntos.

1. Inconformidad con cómo cuidé mi cuerpo en cuanto a salud.

    Generalmente refiere a alimentación, ejercicio y hábitos dañinos como el consumo de alcohol y tabaco, pero si la persona necesita de un tratamiento o medicación y considera que no lo realizo de manera adecuada puede ser otra opción válida.

2. Inconformidad con cómo y cuánto lidié con mis obligaciones.

    Considerando “obligaciones” como las cosas que una persona considera que tiene que hacer, pero en ese momento no quiere hacerlas.

3. Inconformidad con cómo y cuánto tiempo dediqué a las disciplinas o hobbies que me apasionan.

    Estás disciplinas o hobbies se diferencian de las obligaciones en cuanto a que la persona quiere hacerlas, pero por alguna razón como la falta de tiempo, energía o inspiración no logró sentirse conforme con su deseo.

4. Inconformidad con la cantidad y/o calidad de mis relaciones sociales/familiares.

    Este punto no necesita de explicaciones y es totalmente subjetivo.

5. Inconformidad con la forma en la que se encontró o en la que lidié con mi amor propio.

    Se entiende amor propio como el juicio subjetivo y en su mayoría inconsciente e irracional que la persona haga de sí misma en todos los sentidos: belleza física, inteligencia, bondad, capacidades que valora como necesarias, etc.

6. Inconformidad con cómo reaccioné ante situaciones negativas que me ocurrieron externas a mí, causadas por el azar y sin ninguna persona culpable.

    Todas las personas nos encontramos con problemas cotidianos de los que no podemos culpar directamente a nadie, incluidos nosotros. Ante estos problemas podemos reaccionar con mayor o menor paciencia, entre otras emociones que nos puede generar esa situación.

7. Inconformidad con cómo lidié con las personas que, consciente o inconscientemente, me causaron un mal o una molestia.

    La vida de la mayoría de las personas está impregnada de “otros”, que fácilmente pueden convertirse en una molestia o un problema sin necesidad de querer hacerlo. Ante la presencia de éstos, nosotros podemos actuar con mayor o menor paciencia y con muchas diferentes emociones o grados de madurez.

8. Inconformidad con mi capacidad de resolver inteligentemente las situaciones a las que me enfrenté, excluyendo las que entran en otro punto de este test.

    Este punto quizás sea el más subjetivo o generador de controversia, y podría ser confundido con el ego o amor propio intelectual que se tenga una persona. Nosotros podemos tener inconvenientes para resolver problemas inteligentemente sin poner en juicio nuestra capacidad, y a esos momentos se dirige este punto.

9. Informidad con mi estado de salud actual o dolores específicos sobre los cuales no se hacen valoraciones de conformidad.

    El punto más objetivo de todos. La salud es uno de los ejes de nuestra vida y todos podemos pasar por momentos de mala salud (con mayor o menor gravedad). Ante estos no podemos hacer más que aceptar que nos hace menos felices, y objetivamente empeora nuestras capacidades y experiencias.

10. Cualquier otra cosa mala que haya sucedido y la persona crea que resta un punto a la valoración general del día.

    Se recomienda ser discreto en utilizar este punto, ya que está creado con el objetivo de cubrir cosas que no cubren los otros puntos o de complementar situaciones muy negativas como la muerte de un ser querido, entre otras. Pero, como en todos los puntos, siempre hay un grado de subjetividad. El usuario considerará cuándo una situación es lo suficientemente negativa como para restar de por sí un punto a nuestra felicidad durante el día.


 V. Usos posibles de la prueba en la vida cotidiana y conclusiones


    Una de las utilidades más claras de medir la felicidad diaria es la de registrar y documentar qué tan feliz se fue, y haciendo compendios y estadísticas en promedios se podría llegar a medir la felicidad (y los altibajos de ésta) en semanas, meses e incluso años.

    Pero se pueden encontrar más formas de hacer uso de este test. Por un lado, considero que tiene un valor de análisis y autoconocimiento muy importante, ya que muchas veces podemos llegar a no valorar o valorar incorrectamente lo que tenemos, y el notar que nos falta poco puede llevar a cambiar la forma de ver la vida en general.

    Por otro lado, saber en qué campos tenemos nuestras deficiencias o con qué ámbitos de nuestra vida estamos inconformes nos puede ayudar a encontrar el problema y, quizás, enfocarnos a buscar una solución (además de darnos también una herramienta para medir las mejores y los cambios a través del tiempo). Aunque esta tarea ya requiere una mayor dedicación del lector y el test que creé pasaría a ser una herramienta más para lograr este cometido.

    De todas formas siempre que se tenga tiempo es positivo hacer este tipo de ejercicios de autoconocimiento. Quizás hasta se podría llegar a resultados o información sobre sí mismo que uno no esperaba encontrar. Algunas personas son infelices o están inconformes con su rutina de vida y no están conscientes de ello, u otras creen estar hundidas en una constante tristeza e inconformidad pero valoran demasiado algunas cosas y muy poco otras. O quizás con el solo hecho de leer este artículo y la parte filosófica en éste, usted haya llegado a entender o pensar en cuestiones de la existencia humana en las que nunca se había fijado.